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Lo cierto es que una vez que hemos alcanzado algo necesitamos algo más para nuevamente tener esa sensación de completud, decimos es que soy ambicioso(a), no me conformo con poco, necesito luchar para sentirme vivo y darle sentido a la vida, entre otras frases.
Si no hemos empezado ese proceso de auto-observación y estamos con esa mentalidad podemos decir que estamos a merced de la forma de pensar de ego: la carencia. Esa carencia surge por lo que UCDM denomina la separación y no es más que el estado mental que me hace sentir y asumir que estoy separado de todo y del TODO, que estoy separado del Padre (Dios o Creador), que soy un individuo que nada tiene que ver con lo que acontece afuera ni con lo que otros personajes son o hacen. Al creerme separado del TODO(Dios) surge una sensación de vacío que intentamos llenarlo de alguna manera según nuestras programaciones y creencias (pareja, trabajo, hijos, hobby, comida, dinero, estudios, ejercicios, viajes, etc), pero sólo es una solución temporal. La carencia y el estado mental de separación vienen de la mano con el miedo, que forma parte también del estado mental del ego, sentirnos solos e indefensos ante un mundo que no entendemos.
UCDM es una herramienta que ayuda en el proceso de invertir nuestra programación inconsciente de separación hacia una mentalidad o consciencia de unidad, todo va cobrando un nuevo sentido, empezamos a tener una nueva visión; por ello a medida que avanzamos en el estudio pero sobre todo la práctica de UCDM la sensación de carencia va disminuyendo y vamos sanando.
Ahora cada vez que deseo algo del mundo observo cuál es mi estado mental, soy honesta conmigo misma, lo asumo sin juicios y prosigo de una forma más consciente y menos automática.
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